LA FAMILIA EN TIEMPO DE PANDEMIA
La familia se ve enfrentada a muchos cambios como consecuencia del aislamiento social a lo que hemos estado obligado en los últimos meses. Las rutinas familiares han cambiado, el levantarse temprano para ir a trabajar o a estudiar, el cuidado extremo en la limpieza y desinfección de la casa, el teletrabajo o los estudios virtuales. Todos estos cambios han contribuido a que las relaciones familiares se vean afectada, se pone a prueba la tolerancia, la disciplina, la organización y el compromiso que cada uno de los miembro de la familia tiene en la organización y el mantenimiento de la casa ademas de los compromisos laborales y académicos de cada uno.
Si no hay organización, disciplina, tolerancia y compromiso es difícil que esta situación de aislamiento obligatorio no nos afecte emocionalmente, y es que cada uno debe contribuir para que la situación sea lo mas agradable posible.
Cada familia tiene una dinámica distinta, vemos familias donde el aseo, organización y la desinfección recae sobre la mujer, a este rol se le suma que tiene teletrabajo y tiene que ayudar a los hijos en sus clases virtuales y labores académicas. Esto afecta emocional y físicamente a la mujer si no cuenta con el apoyo y colaboración de los demás miembros de la familia. En esta situación es importante que cada miembro de la familia asuma un papel en las labores domesticas. Cuando estas labores se distribuyen entre todos los miembros de la familia, se logra mejores resultados en menor tiempo.
Cuando cada miembro debe hacer su aporte en estas labores, es responsabilidad de todos mantener la limpieza y organización en cada área de la casa.
El mundo vive una constante transformación y el ser humano siempre se ha adaptado a cada uno de estos cambios. Depende de cada uno de nosotros como nos adaptamos, que hacemos para superar la crisis. Nos quejamos?, ignoramos la situación?, buscamos soluciones? aportamos a las soluciones? trabajamos en equipo?.
Este aislamiento ha enseñado mucho a cada uno de nosotros, a valorar lo que tenemos, a valorar el tiempo y ,los recursos que poseemos, a cuidarnos y cuidar a los que nos rodean. Es eN tiempo de crisis que se conoce si estamos o no a la altura de la situación. Y solo los que enfrentan la crisis con valor, coraje y disciplina, sobresalen, salen fortalecidos con destrezas y habilidades para nuevos retos.
No es tiempo de quejarse, es tiempo de cuidarse, de cuidar lo que nos rodea. Toda experiencia nos deja alguna enseñanza y esta no va a hacer la excepción.
El mundo vive una constante transformación y el ser humano siempre se ha adaptado a cada uno de estos cambios. Depende de cada uno de nosotros como nos adaptamos, que hacemos para superar la crisis. Nos quejamos?, ignoramos la situación?, buscamos soluciones? aportamos a las soluciones? trabajamos en equipo?.
Este aislamiento ha enseñado mucho a cada uno de nosotros, a valorar lo que tenemos, a valorar el tiempo y ,los recursos que poseemos, a cuidarnos y cuidar a los que nos rodean. Es eN tiempo de crisis que se conoce si estamos o no a la altura de la situación. Y solo los que enfrentan la crisis con valor, coraje y disciplina, sobresalen, salen fortalecidos con destrezas y habilidades para nuevos retos.
No es tiempo de quejarse, es tiempo de cuidarse, de cuidar lo que nos rodea. Toda experiencia nos deja alguna enseñanza y esta no va a hacer la excepción.